sábado, agosto 12, 2006

Un hecho tan real como un sueño...

Bueno, esta vez relataré un hecho verídico, tan real como lo es un sueño...

Y estábamos ahí, disfrutando del ambiente, el humo de cigarro no importaba, estábamos juntos y lo demás desaparecía... Había buena música y gran compañía, mis ojos miraban los tuyos y los tuyos miraban mis ojos. La noche pasaba rápida, como huyendo perseguida por los miedos.

Nosotros nos fuimos tras la noche, y caímos rendidos a sus pies, entramos a su mundo, al mundo de sueños y deseos, tendidos sobre una cama, tú mirando una pared, y yo mirando la contraria... Quise dormir, pero sin dejar de mirarte, no quise cerrar mis ojos, pero ya era tarde, ya tu imagen se había ido... Comencé a nadar en el mar oscuro de los sueños, cuando sentí que mi barco se cayó, abrí los ojos y eras tú, ya no mirabas esa pared, ahora tus ojos se posaban en mi cara... No nos hablamos, solo nos acercamos, y mi brazo rodeó tu cintura...

Estuvimos así por un tiempo, y entre reojo miraba tu rostro, y sí, lo sentí, sentí que mi estómago se llenaba de mariposas, buscando flores donde posarse, pero también sentí miedo, miedo al saber lo que podía venir... Cada vez más cerca estaban nuestros cuerpos, y nuestras respiraciones ya se hacían una...

Sentí tu nariz rozando la mia, y me hice el dormido, abrí los ojos, y vi los tuyos, jamás habían estado tan cerca y tan bellos, cerré mis ojos y unos labios húmedos sintieron mis labios... Sí, era verdad, tus labios buscaban los mios, quise escabullirme junto a la noche, pero los deseos gobernaron mi corazón y mi mente, y te besé, me besaste, nos besamos, ocultos en la noche, y tendidos en una cama, mi brazo rodeando tu cintura y nuestros corazones gritando...

Fue tan real, tan real como un sueño...

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