Más allá de las nubes, más lejos que el Sol,
entre el cielo negro, busco tu amor.
Iluminado estoy por dentro, sintiendo calor,
el roce de tu cuerpo, enciende mi pasión.
Entre árboles me escondo, bajo el pasto vivo yo,
en silencio planto rosas, las que cultivo con dolor.
Abejas vienen a mis flores, pulgones roban su color,
mariposas revolotean mirando, los pétalos mi amor.
Mucho, poquito o nada, es la canción,
que tocan las cuerdas, y hace romper una flor.
Así cuando la canción termina, y nada respondo yo,
aunque mucho es lo que respondería, mi corazón.
Una estrella aparece, oculta tras la Luna,
una esperanza surge, pero una no es ninguna.
Eres como la estrella, a la que tan sólo puedo mirar,
aunque lo que yo quiera, sea tocar.
Tocar no con mis manos, eso lo puedo lograr,
es darte un beso con mis ojos, y enseñarte a amar.
Es acariciar tu mejilla con una lágrima, llena de alegría,
es saltar gritando, es morir sin agonía.