La Distancia
La distancia muchas veces sólo separa nuestros cuerpos, nuestra alma viaja, o por lo menos una parte de ella. Amor, si te pudiese acompañar en este viaje que emprendes, te aseguro que lo haría. Pero creo que hemos construido tantas cosas aquí, que no vale la pena abandonarlas.
Nos prometimos amor eterno, por alguna razón me acordé de eso, y sabes, espero tener las suficientes agallas para cumplirlo, sin tú compañia se me hará muy difícil hacerlo, no por que no lo quiera hacer, sino porque extraño tus besos, que me recordaban lo mucho que te amo, extraño tus abrazos, que me daban la fuerza cuando estaba decaido, pero más que todo, te extraño a tí, por completo.
Hecho de menos las multiples equivocaciones, los muchos desencuentros y discusiones. Aunque no lo creas, me encantaba debatir contigo, defender casi hasta la muerte nuestras opiniones y llegar al punto de practicamente odiarnos, pero al mirar tus ojos me daba cuenta que no importaba quien tuviese la razón, lo que en verdad importaba es que teníamos las suficientes fuerzas para pelear, pero que eso jamás cambiaría lo que sentíamos mutuamente. Y que cada discusión nos hacía más y más fuertes. Te aseguro que muchas veces te encontré la razón, pero no lo quise asumir. Quizás para que ese hermoso juego jamás acabase.
Recuerdo como si fuese ayer el día en que nos conocimos, también recuerdo nuestro primer beso, nuestra primera caricia y nuestro primer roce, creo que sin ese primer roce jamás hubiese existido ese primer beso. De las cosas simples se hace la felicidad... ¿Te das cuenta lo que un simple roce puede hacer ?... Me encantaría poder siquiera rozarte, no pido más que eso, un simple roce, pero lamentablemente, la distancia nos separa.
La mañana antes de tú partida, recuerdo que te besé en la frente, cerré mis ojos, y me imagine entrando en tus sueños. Te confieso, sentí miedo. Vi que soñabas con un mundo, un paraíso diría yo, te vi corriendo por un campo de flores hacia mi y me dí cuenta que eso jamás te lo podría dar, no me pidas que te explique el por qué, sólo lo sentí. Abrí mis ojos y noté que habías despertado, buenos días me dijiste, un "te amo" te respondí.
Pasaba la tarde y era casi un día normal, aunque el momento de tú partida se acercaba. Hago memoria y no logro recordar con exactitud el momento que me dijiste adiós, sólo recuerdo que estaba frente a tí. Te prometo que cada vez que cierro mis ojos veo tú figura entre las flores corriendo hacia mí, te aseguro que llegará el día que correremos tomados de la mano, besaré tu frente y recordaré ese despertar antes de tu muerte.
PD: Otro momento de soledad en mi pieza.