lunes, marzo 06, 2006

Tu cuerpo, mi papel...

Esta noche tu cuerpo será mi papel y yo mismo seré mi pluma... ¿Me permites posar la tinta en tu piel?. Bañaré tu cuerpo con letras, inundaré tus oídos de palabras, acariciaré tu rostro con versos y besaré tus labios con un poema, esos son mis postulados, mis anhelos, relaja tu cuerpo... Yo haré lo demás.

Comenzaré escribiendo sobre tus ojos, aquellos que te muestran pura, los mismos a los que la Luna odia por ser más bellos que ella, es verdad, la Luna se ve mucho más hermosa reflejada en tus ojos. Déjame seguir con tus mejillas, ahí donde tus ojos terminan, donde tu pelo cae libre, y tus lágrimas enfilan hacia la muerte, subiré por el rastro de aquellas gotas, pasaré tus ojos y me dejaré caer en tu frente, donde nacen tus sueños, la que siempre tienes en alto para enfrentar al mundo, así descansaré cobijado por tu pelo, me quedaré disfrutando de su aroma, es tiempo de soñar...

Usaré tu nariz como trampolín para sumergirme en la suavidad de tu boca, durante la caída saborearé tus labios, su frescura, su ternura, en fin, admiraré las manos de tu corazón... Estoy dentro de tu boca, jugando con tu lengua y soplándole al oído palabras que me gustaría escuchar... Subiré por tu paladar, saldré de tu boca tal como lo hacen tus besos, suave y tiernamente, caeré sobre tu mentón para deslizarme por tu cuello, esa parte que le encanta sentir a mis labios... Me detendré sobre tu pecho, ese donde se aloja tu corazón, ese que siento cerca cuando te abrazo, cuando nuestros corazones se encuentran, cuando luchan por escapar de nuestros cuerpos y también poder abrazarce, todo el amor se dedica a ellos, y sin embargo viven presos dentro de nuestros cuerpos.

Odian a nuestras manos, son capaces de recorrer la piel, de tocar, de sentir, de acariciar, ahí iré ahora, a tus manos, a mi entretención... Me encanta sentir tus dedos entrelazados a los mios, si mi pluma se posara en ellos, sus letras opacarían a las mias... Entre más bella la persona, más hermoso lo que expresa, y en eso no tienes límites... Le pediré a tus manos que se deslicen hasta tu ombligo, caeré sobre él y le haré cosquillas, las palabras me faltan al saber que bajo esa piel está tu vientre... Lo sé, algún día...

Me iré hasta tu cintura, rodeando con palabras su finesa, su curva se compara solamete con la que forma la sombra de la tierra sobre la Luna cuando no está llena, de belleza cóncava y radiante. Es tiempo de seguir cayendo por tu cuerpo, ya es hora de ava z r más a lá... P ro, al pa ec r no p d é seg ir . . Ya no q eda t nta, ot a no he c nti a é...

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