¿Y por qué no volar?

Alce la vista, se encontrará con nubes blancas como algodón... Mírelas una a una y verá que en algo se parecen, se mueven hacia donde las lleve el viento, cambian de forma dependiendo desde donde sople, pero siempre llegan a su destino. Ahora vea más allá, sí, son restos de nubes, fallecieron en el intento, se quedaron pasmadas de fondo, tapando el celeste, pero dándole vida... Son recados no recibidos, viajaban con sus pares pero se quedaron aguardando la señal, y ahí están... Muertas.

Cierre sus ojos y camine tres pasos, vuelva a mirar al cielo... ¿Qué ve?, las nubes se fueron, incluso las que estaban muertas, pasó la tormeta y se las llevó a su hogar... Ahora el cielo se encuentra solo, desnudo frente a sus ojos, se muestra tal cual es... Y no se avergüenza, le gusta que descubra los secretos que en él hay, mucho tiempo se tapaba con nubes, incluso a veces hacía llover, pero ahora está libre y sin temores... El Sol, ahora solo parece un adorno, antes lo era todo...

No tenga miedo al sentirse pequeña, que para el cielo usted es la tierra a la que quiere cubrir... Y es justamente hoy, cuando se muestra puro, se muestra ante sus ojos sin tapujos, ¿por qué no quiere volar en este cielo?... ¿Por qué se conforma con caminar entre árboles, si puede volar entre nubes?... Aunque hay veces, en las que el cielo, también quisiera tocar las hojas... Una vez lo pudo hacer, y se sintió bien, pero el árbol solo le ofrecia lo que tenía y no aceptaba lo que podía recibir.

Ahora está en sus manos romper sus reglas, le aseguro que el cielo no quebrará sus principios... Porque debemos regirnos por nuestro valores, no por nuestras reglas, ya que ellas, nacieron para ser rotas... Ahora abandone sus pasos cubiertos de arena, y deleite sus ojos con el mar visto desde arriba... El cielo no la dejará caer... En el cielo, usted estará viva.