domingo, junio 26, 2005

¿Aceptas?

No era la primera vez que te tenía entre mis brazos, pero así lo sentí, mi corazón estuvo seguro que sus latidos eran sólo por ti, en mi cabeza tú nombre era el único que rondaba y mis temores eran causados por tú respuesta que se acercaba. Te alejaste de mi, pero nuestras manos seguían juntas, mis ojos se clavaron en los tuyos, creo que ya con la mirada lo dije todo, pero tu aguardaste, quizás intuiste que el que debía hablar era yo.

En ese momento muchos recuerdos me vinieron a la mente, risas, llantos, alegrias, penas, en todos ellos estabas presente, siendo la protagonista o sólo una espectadora, la verdad es que siempre te miraba, me costaba sacar mis ojos de los tuyos, y por qué no decirlo, de tu cuerpo. Tu no lo notabas, esa precisamente era la idea, ¿Cómo obtuve fuerzas para estar ahora frente a ti? ... Nisiquiera yo lo sé.

Mis manos comenzaron a transpirar, lo notaste fácilmente, mi vista ya no se dirigía directamente a tus ojos, se volcó hacia la derecha rescatando los recuerdos, las palabras que durante tanto tiempo preparé, pero que ahora se hacía imposible que fueran pronunciadas por mi boca, mucho más difícil fue sacarlas de mi corazón. Mi vista retornó a tú rostro, ya me sentía preparado.

Cuando nuestro cuerpos se cruzaron por primera vez, no fue como lo imaginé, siempre quise ser yo el que te sorprendería, nunca pensé que nuestro primer contacto sería de espaldas, y ese gran insulto que te lanzé, te prometo que me salió del corazón, pero obviamente no era para tí, ¿Por qué algo que siempre esperé no se dió como yo quise?... No importa, tu risa al recibir mi improperio me cautivó aún más, intuí que te percataste que jamás una palabra de ese tipo saldría de mi boca hacia ti, que fue una mala jugada del destino, que no debería opacar lo que nos tenía planeado.

Por un momento creí estar frente a un gran estadio esperando mi discurso, pero solamente estabas tu, los árboles, el viento y lo que sentíamos. Tomaste mi mano con más fuerza que antes, supe que estaba dejando pasar el tiempo muy rápidamente, que los nervios ya se habían apoderado de ti también, y era momento de decir lo que durante años había callado... Había llegado el momento, Miré nuevamente esos ojos profundos, acaricié con ternura tú rostro e incline la cabeza hacia mi izquierda, ¿...............................? La pregunta ya estaba dicha, sólo faltaba tú respuesta.

3 Comments:

At 30 junio, 2005 15:54, Anonymous Anónimo said...

holas manolo, sabi k la dura te kedo bkn lo que escribiste.
Pucha k seria lindo recibir palabras o escritos como esso de vez en cuando, pero bueno no me toko la suerte no mas. te felicito y espero k tengas a tu musa inspiradora en carne y huesos muy pronto a tu lado para que ella pueda disfrutar de esas palabras y tambien para que tus letras no solo keden plasmadas en la pagina web sin destinataria puntual.
mm, nose k mas decir, solo k me parece genial k escribas esas cosas, ya chaolines, besos, bytes.

 
At 03 julio, 2005 01:04, Anonymous Anónimo said...

Emmm...sabes...es como si fuera un... libro...sip..es como esop...es como si contaras una historia de muuucho tiempo..me gustan...me dan la sensación de algo ke nunka acaba....nu sep...solo espero ke realmente sientas de una u otra manera lo ke escribes y ke no solos sean lindas palabras...
Un besito
cuidese, ke este bien
aioooz

 
At 03 julio, 2005 01:45, Anonymous Anónimo said...

Bueno manolo la verdad es que me dejste pa dentro, esta muy lindo lo que escribes, creo que no conocia esa faceta tuya y la dura que es muy lindo
te felicito de verdad, creo que cualquier mujer le gustaria que le escribieran por lo menos la mitad de lo que tu escribes o por lo menos a mi me pasa eso
bueno que ti bien y cuidate mucho, xau

 

Publicar un comentario

<< Home

Estadisticas y contadores web gratis
cursos marketing