Y me encuentro nuevamente frente a ti, no me hablas ni me miras, y aún así eres la que sabes todos mis secretos. Ocupas la mayor parte de mi tiempo, frente a ti soy capaz de realizar las estupideces más grandes, puesto que sólo somos tú y yo. No necesito la ayuda de nadie, pero sí sus compañias, y para mi pesar, sólo te tengo a ti.
No es solamente el espacio de tiempo donde sólo comparto contigo, también es un estado de mi mente, siento que todos los que alguna vez me han rodeado, se han ido, a pesar que jamás los he echado. Frente a ellos siempre te escondes, al parecer no te gusta aparecer en público ¿o acaso que te oculto?. Al parecer siempre estás presente, puedo estar rodeado de personas, pero aún así, sentirme sólo contigo.
No quiero decir con esto que me hagas mal, pero tampoco bien, muchas veces me ayudas a aclarar o entender, lo que ocurre a mí alrededor o conmigo, pero no creo que sea el mejor método para hacerlo. Siempre se dice, que en tú compañia, el resto se transforma en el vacio, pues bien, contigo de igual manera me lleno y mí alrededor también, algunas veces se llena de miedo, preocupaciones y tristeza; otras de dudas, rencores e incluso odio. Pero a través de ti, llegan también otras sensaciones, traes alivio, tranquilidad, paz y tiempo. Ese tiempo que siempre corre sin deternerse, pero que a tu lado, se siente como si trotase o caminase. Pues así, me ayudas a sentir que la vida no es andar corriendo todo el día, detrás de algo o alguién. Muchas veces basta con quedarme quieto y dejar el tiempo caminar libremente, sólo preocupándome de mi.
En soledad se aprender a sobrevivir, para vivir se necesita algo mas.
